Últimamente he escuchado muchas quejas de viajeros que han volado con la aerolínea low-cost mexicana “Volaris”. Que si les cobran por no imprmir el pase de abordar, que si son muy pocos kilos y hay que pagar sobrequipaje, que si les cobraron un seguro que no autorizaron y una lista de cargos “sorpresa” que hacen que el viajero olvide las buenas maneras y le hable a la señorita del mostrador como si se tratara de la nana que le arruinó la infancia.
La realidad es esta: NO SABEMOS LEER! La aerolínea Volaris utiliza varias estrategias para reducir sus costos (como muchas otras) y ofrecer precios atractivos. Para ello hacen una especie de desglose de los beneficios que tendríamos con una aerolínea tradicional y en caso de requerir dichos beneficios habrá que pagar extra.
Cada aerolínea tiene sus reglas, restricciones y condiciones. A veces (léase siempre) nos da flojera y no leemos todas las letritas y sólo apretamos el botón de “he leído y aceptado ……..”.